¿Puedo seguir haciendo deporte con una lesión?
Lesión… ¿y ahora qué hacemos? Pues lo primero de todo es ¡CALMA! Aunque no lo parezca, el mundo no se acaba.
Volver al estado previo a la lesión no es cuestión de dos días, por mucho que algunos os lo puedan hacer creer.
Pongámonos en contexto.
Con un poco de suerte, llegarás a manos de un fisioterapeuta, y si además está especializado en el deporte o actividad que practicas, aún mejor. Yo siempre les digo a mis pacientes: si tienes que operarte la espalda, no irás a un cirujano de mano, sino a un cirujano especializado en columna. Ambos son cirujanos, pero no es lo mismo, ¿verdad?
Ahora que has llegado a manos de un fisioterapeuta, ¿qué sigue? ¿Un masaje, electroterapia, alguna manipulación «espectacular» para impresionar al paciente…?
La fisioterapia no se basa solo en que alguien te ponga (o, en algunos lugares, que el mismo paciente se aplique) una máquina de corrientes, una onda corta, un Indiba, una EPI… o que te manipulen la tercera dorsal bloqueada o el sacro en contranutación… o que te hagan punción seca del cuadrado lumbar o del piramidal… SEÑORES/AS, ¡ES MUCHO MÁS!
Separadamente, todo esto puede servir, no lo negaré (aunque algunas de estas técnicas tienen poca evidencia científica), pero solo a corto o medio plazo. Esto hará que estas lesiones tengan más facilidad para reaparecer, a veces de forma más intensa.
Por muy espectacular que sea la técnica, por muy maravillosa que sea la máquina, por genial que sea la manipulación, por efectiva que parezca la punción… nada, absolutamente NADA, superará al ejercicio terapéutico.
¿Qué debemos hacer?
Pero claro… vivimos en una sociedad que lo quiere todo al instante, que tiene prisa, que no escucha a su cuerpo, que solo piensa en competir, ya sea en el día a día o en el deporte (¡y desde el nivel más bajo!). Una sociedad que busca la herramienta milagrosa que cure la lesión de inmediato (¡y si es barata, mejor!). Entonces, ¿una fisioterapia que busque una mejora a largo plazo y de forma más duradera no tiene sentido? ¿Una fisioterapia que implique trabajo activo del paciente para sanar no tiene sentido?
¿Una fisioterapia que respete los tiempos del cuerpo, que no busque colgarse medallas con técnicas espectaculares que, en algunos casos, no tienen ninguna evidencia científica de que funcionen, no tiene cabida en esta sociedad?
¿Realidad o ficción?
Algunos podrán acusarnos de querer mantener al paciente eternamente y seguir cobrando. Tienen derecho a pensarlo. No digo que no haya gente que busque eso; al fin y al cabo, también es un negocio.
Pero NO, y un NO bien grande. No debería ser así. Debemos hacer la fisioterapia más sencilla y con la participación activa del paciente. Es por eso que el ejercicio terapéutico es tan importante.
No podemos pretender volver al mismo nivel que teníamos antes de la lesión ni compararnos con los demás. CADA UNO ES ÚNICO E INDIVIDUAL.
¿Qué debemos tener claro?
Debemos ser MUY PROGRESIVOS. No podemos aumentar más de un 10% el volumen de entrenamiento de una semana a otra ni más de un 3% la intensidad. Debemos reeducar nuestros tejidos, tendones y huesos antes lesionados para que vuelvan a soportar el esfuerzo y las tensiones mecánicas. Y esto no se logra de inmediato, lo siento. Lo conseguiremos con ejercicio terapéutico y cuantificando bien las cargas que aplicamos a nuestro cuerpo.
Debemos saber cuantificar nuestro nivel de estrés mecánico. No será igual todos los días, ya que puede verse afectado por diversos factores como el estrés físico y mental, la falta de sueño, la alimentación, la fatiga… Además, muchos son deportistas amateurs, que tienen trabajo y vida social, lo que también afecta su capacidad para soportar esfuerzos. Como podéis ver, no se trata solo de hacer deporte y ya está. Hacer deporte es muy saludable, pero siempre de forma progresiva. enlace